La estampa navideña del Mars Express. Un maravilla invernal en Marte
Esta imagen muestra lo que parece un paisaje de nieve recién caída, ideal para quienes gustan de las estampas típicamente navideñas. Sin embargo, puede que quede un poco lejos para hacer una escapada, pues se trata del cráter Korolev, que aquí vemos en todo su esplendor gracias a Mars Express.
La misión Mars Express de la ESA fue lanzada el 2 de junio de 2003 y llegó a Marte seis meses más tarde. El satélite encendió su motor principal y entró en órbita alrededor del planeta el 25 de diciembre, por lo que este mes se celebra el 15.º aniversario de su inserción en órbita y del comienzo de su programa científico.
Esta vista de Korolev es perfecta para celebrarlo. Captada por la Cámara Estéreo de Alta Resolución (HRSC) de Mars Express, comprende cinco “franjas” capturadas en distintas órbitas y combinadas para formar una única imagen. Además, también podemos disfrutar de otra imagen en perspectiva, una vista topográfica y otra contextual, para obtener así una visión completa del cráter y sus alrededores.
El cráter Korolev tiene 82 kilómetros de diámetro y se halla en las tierras bajas septentrionales de Marte, justo al sur de un vasto terreno salpicado de dunas que rodea parte del polo norte del planeta y que se conoce como Olympia Undae. Es un cráter especialmente bien preservado y no solo está cubierto de nieve, sino que durante todo el año presenta en el centro un montículo de hielo de agua de 1,8 kilómetros de espesor.
Esta presencia continua de hielo se debe a un fenómeno denominado acertadamente “trampa de frío”, pues eso es precisamente lo que hace. El cráter es profundo, con el fondo a unos dos kilómetros por debajo del borde en vertical.
Las partes más bajas de Korolev, que son las que contienen el hielo, “atrapan” el frío: el aire que se mueve sobre el depósito de hielo se enfría y desciende, formando una capa de aire frío justo por encima del hielo.
Esta capa de aire frío actúa a modo de escudo y ayuda a que el hielo permanezca estable, evitando que se caliente y desaparezca. Como el aire es mal conductor del calor, este efecto se agudiza y permite que Korolev conserve su hielo.
El cráter debe su nombre al ingeniero y diseñador jefe de cohetes Serguéi Koroliov, considerado el padre de la tecnología espacial soviética.
Koroliov participó en varias misiones famosas, como el programa Sputnik, que en 1957 y los años posteriores puso en órbita alrededor de la Tierra los primeros satélites artificiales; los programas de exploración espacial tripulada Vokshod y Vostok, que en 1961 llevó al primer humano —Yuri Gagarin— al espacio; así como las primeras misiones interplanetarias a la Luna, Marte y Venus. También trabajó en algunos de los cohetes precursores de los exitosos lanzadores Soyuz, buques insignia del programa espacial ruso y empleados tanto para vuelos tripulados como robóticos.
Esta región de Marte también ha sido de interés para otras misiones, incluido el programa ExoMars de la ESA, cuyo objetivo es determinar si en algún momento llegó a haber vida en el planeta.
El Sistema de Fotografiado de la Superficie en Color y en Estéreo (CaSSIS) a bordo del Satélite para el estudio de Gases Traza (TGO) de ExoMars, que comenzó a operar en el Planeta Rojo el 28 de abril de 2018, fue el encargado de tomar esta hermosa vista de parte del cráter Korolev. Constituye una de las primeras imágenes que la nave envió a la Tierra tras su llegada a Marte.
CaSSIS fotografió una franja de 40 kilómetros de longitud del borde norte del cráter, revelando con claridad su forma y su estructura, así como sus brillantes depósitos de hielo.
Fuente: ESA,
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