OSIRIS-REx descubre agua en el asteroide Bennu

Esta imagen de mosaico del asteroide Bennu se compone de 12 imágenes PolyCam recopiladas el 2 de diciembre por la nave espacial OSIRIS-REx desde un rango de 15 millas (24 kilómetros). La imagen se obtuvo a un ángulo de fase de 50 ° entre la nave espacial, el asteroide y el Sol, y en ella, Bennu abarca aproximadamente 1,500 píxeles en el campo de visión de la cámara. Instrumento utilizado: OCAMS (PolyCam). Crédito: NASA / Goddard / Universidad de Arizona

Las observaciones realizadas por la nave espacial durante su aproximación a Bennu revelan que el asteroide interactuó con el agua en su historia temprana y es un excelente espécimen para la misión, que está programado para devolver una muestra de material de superficie a la Tierra en 2023.

Desde agosto hasta principios de diciembre, la nave espacial OSIRIS-REx dirigió tres de sus instrumentos científicos hacia Bennu y comenzó a realizar las primeras observaciones de la misión sobre el asteroide. Durante este período, la nave espacial recorrió los últimos 1,4 millones de millas (2,2 millones de kilómetros) de su viaje de ida para llegar a unas 12 millas (19 kilómetros) de Bennu el 3 de diciembre. La ciencia obtenida de estas observaciones iniciales confirmó muchas de las observaciones de Bennu desde la Tierra del equipo de la misión y revelaron varias sorpresas nuevas.

Los miembros del equipo de la misión, liderada por la Universidad de Arizona, presentaron los resultados en la Reunión Anual de Otoño de la Unión Geofísica Americana (AGU) en Washington, DC, el 10 de diciembre.

En un hallazgo clave para la investigación científica de la misión, los datos obtenidos de los dos espectrómetros de la nave, el OSIRIS-REx Visible e Infrared Spectrometer (OVIRS) y el OSIRIS-REx Thermal Emissions Spectrometer (OTES), revelan la presencia de moléculas que contienen oxígeno y átomos de hidrógeno unidos entre sí, conocidos como "hidroxilos". El equipo sospecha que estos grupos hidroxilo existen a nivel mundial a través del asteroide en minerales arcillosos que contienen agua, lo que significa que en algún momento, el material rocoso interactuó con el agua. Si bien Bennu en sí es demasiado pequeño como para haber alojado agua líquida, el hallazgo indica que en algún momento hubo agua líquida en el cuerpo de los padres de Bennu, un asteroide mucho más grande.

"Este hallazgo puede proporcionar un vínculo importante entre lo que creemos que sucedió en el espacio con asteroides como Bennu y lo que vemos en los meteoritos que los científicos estudian en el laboratorio", dijo Ellen Howell, científica investigadora principal del Laboratorio Lunar y Planetario de la UA (LPL) y un miembro del grupo de análisis espectral de la misión. "Es muy emocionante ver estos minerales hidratados distribuidos en la superficie de Bennu, porque sugiere que son una parte intrínseca de la composición de Bennu, no solo rociada en su superficie por un impactador".

"La presencia de minerales hidratados en el asteroide confirma que Bennu, un remanente de la formación temprana del sistema solar, es un espécimen excelente para la misión OSIRIS-REx para estudiar la composición de compuestos volátiles y orgánicos primitivos", dijo Amy Simon. Científico adjunto de instrumentos de OVIRS en el Centro de vuelo espacial Goddard de la NASA.

Además, los datos obtenidos de OSIRIS-REx Camera Suite (OCAMS) corroboran las observaciones de Bennu con radar en tierra y confirman que el modelo original, desarrollado en 2013 por el Jefe del Equipo de Ciencia OSIRIS-REx, Michael Nolan, ahora basado en LPL, y colaboradores - Predijo de cerca la forma real del asteroide. El diámetro, la velocidad de rotación, la inclinación y la forma general de Bennu se presentan casi exactamente según lo proyectado.

Modelo de forma 3D del asteroide Bennu. Este modelo preliminar de forma del asteroide Bennu fue creado a partir de una recopilación de imágenes tomadas por la cámara PolyCam de OSIRIS-REx durante el acercamiento de la nave espacial hacia Bennu durante el mes de noviembre. Este modelo de forma 3D muestra características en Bennu tan pequeñas como seis metros. Crédito: NASA / Goddard / Universidad de Arizona.

Poco después de que se descubriera el asteroide llamado Bennu en 1999, el grupo de Nolan utilizó el Observatorio de Arecibo en Puerto Rico para recopilar pistas sobre su tamaño, forma y rotación rebotando ondas de radar en uno de sus acercamientos a la Tierra, unas cinco veces. La distancia entre la Tierra y la Luna.

"Las observaciones de radar no nos dan ninguna información sobre los colores o el brillo del objeto, por lo que es realmente interesante ver el asteroide de cerca desde los ojos de OSIRIS-REx", dijo Nolan. "A medida que obtenemos más detalles, estamos descubriendo dónde están los cráteres y las rocas, y nos sorprendió gratamente que casi todos los pequeños baches que vimos en nuestra imagen de radar en ese momento realmente estén ahí".

El equipo de la misión utilizó este modelo de Bennu basado en tierra al diseñar la misión OSIRIS-REx. La precisión del modelo significa que la misión, las naves espaciales y las observaciones planificadas se diseñaron adecuadamente para las tareas futuras en Bennu.

Un valor atípico del modelo de forma predicha es el tamaño de la gran roca cerca del polo sur de Bennu. El modelo de forma con base en tierra calculó que esta roca tenía al menos 33 pies (10 metros) de altura. Los cálculos preliminares de las observaciones de OCAMS muestran que la roca está más cerca de 164 pies (50 metros) de altura, con un ancho de aproximadamente 180 pies (55 metros).

Esta imagen de mosaico del asteroide Bennu está compuesta por 12 imágenes PolyCam recolectadas el 2 de diciembre por la nave espacial OSIRIS-REx desde un rango de 15 millas (24 km). Crédito: NASA / Goddard / Universidad de Arizona

Como se esperaba, la evaluación inicial del regolito de Bennu indica que la superficie de Bennu es una mezcla de regiones muy rocosas llenas de rocas y unas pocas regiones relativamente lisas que carecen de rocas. Sin embargo, la cantidad de cantos rodados en la superficie es mayor que la esperada. El equipo realizará observaciones adicionales a rangos más cercanos para evaluar con mayor precisión dónde se puede tomar una muestra de Bennu para luego regresar a la Tierra.

"Nuestros datos iniciales muestran que el equipo eligió el asteroide correcto como el objetivo de la misión OSIRIS-REx. Hasta ahora no hemos descubierto ningún problema insuperable en Bennu", dijo Dante Lauretta, investigadora principal de OSIRIS-REx y profesora de ciencia planetaria cosmochemistry en LPL. "La nave espacial es saludable y los instrumentos científicos están funcionando mejor de lo necesario. Es hora de que comience nuestra aventura".

"Lo que solía ser ciencia ficción ahora es una realidad", dijo el presidente de la UA, Robert C. Robbins. "Nuestro trabajo en Bennu nos acerca un paso más a la posibilidad de que los asteroides proporcionen a los astronautas en futuras misiones en el sistema solar recursos como combustible y agua".

La misión está actualmente realizando un estudio preliminar del asteroide, volando la nave en pases sobre el polo norte, ecuador y polo sur de Bennu a rangos tan cercanos como 7,4 millas (7 km) para determinar mejor la masa del asteroide. Esta investigación también brinda la primera oportunidad para que el OSIRIS-REx Laser Altimeter (OLA), un instrumento aportado por la Agencia Espacial Canadiense, haga observaciones ahora que la nave espacial está cerca de Bennu. La primera inserción orbital de la nave espacial está programada para el 31 de diciembre, y OSIRIS-REx permanecerá en órbita hasta mediados de febrero de 2019, cuando la misión pase a la siguiente fase de reconocimiento. Durante esta primera fase orbital, la nave espacial orbitará el asteroide en un rango de 0,9 millas (1,4 km) a 1,24 millas (2 km) desde el centro de Bennu, estableciendo dos nuevos registros para el cuerpo más pequeño jamás orbitado por una nave espacial y la Órbita más cercana de un cuerpo planetario por cualquier nave espacial.

Fuente: Universidad de Arizona,